miércoles, 7 de abril de 2010

Dignos seguidores de su líder



Mauricio Macri ya calienta motores para la carrera presidencial.

Le queda arreglar un temita con el juez Oyarbide nomás. Una cosita menor, pero que es difícil de entender para él.

Tomó la misma actitud que el chino que atendía el supermercadito de Mendoza casi esquina Sucre, el cual, cuando le iban a cobrar una factura, se hacía el sota y contestaba: no entienda!
Eso se terminó el día que uno de los cobradores prometió llevar un arma y pegarle un tiro en medio de la testa.

Los seguidores de Mauricio, eligieron las paredes del Colegio Sagrado Corazón de la ciudad de Rosario para hacer su pintada. Muy, pero muy desafortunada la elección.




Estos paparulos, pintaron sobre el mural que homenajeaba a ex alumnos del colegio desaparecidos durante la última dictadura militar.
Y si, cagarse en la memoria es PRO.
(Recorte del diario "El Ciudadano" enviado por el caballero que escribe este blog).


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